El sexting, o envío de imágenes eróticas por el móvil, es cada vez más una práctica extendida. Es normal, la mayor calidad de las cámaras fotográficas de los móviles, el uso extendido de los smartphones, incluso entre adolescentes, hace que sea muy fácil hacerse fotos íntimas y enviarlas. El problema es que también es cada vez más fácil que se propaguen: lógicamente, con teléfonos inteligentes ya no hablamos de MMS, sino de emails, Twitter, Youtube… Una imagen que en principio puede estar destinada solo para uso y disfrute de una persona puede acabar cogiendo una viralidad tremenda. Viene esto al caso por lo de Olvido, la concejala que se grabó masturbándose y que en lugar de disfrutar el vídeo quien ella quería lo ha visto todo el mundo.

Desde el blog de sexo solo queremos decir que como idea nos encanta el sexting: puede ponerte supercachondo enviar o recibir fotografías sugerentes, íntimas, provocativas o explícitamente sexuales. De hecho, el sexting es claramente una modalidad de sexo telefónico. Pero obviamente hay que poner la ética por delante. No enviemos material que no es nuestro sin autorización. Simplemente. Hala, a disfrutar.